"El Mundo está en las manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y correr el riesgo de vivir sus sueños" Paulo Cohelo.


miércoles, 1 de septiembre de 2010

...

La pequeña niña no sabia lo que el futuro le deparaba, mientras jugaba en los columpios, se sentia la personita más poderosa del mundo, era capaz de alcanzar en sol, suspendida en lo más alto, con la punta de los pies, ese instante en que el columpio se paraba, y sentia la gravedad cero dentro de ella, queria saltar y salir volando, pero algo le ataba, era incapaz de soltar sus frágiles manos de la cadena fria y áspera y no llegaba a entender porqué.
Quizás no fuera tan valiente como creia, ni tan especial como se sentía, NO, no podia ser eso, y cada día lo intentaba, subida al columpio, sintiendo la ilusión crecer dentro de ella a medida que se elevaba en el cielo.


...día tras día....


...año tras año...


...hasta caer en el olvido aquel recuerdo...


...y de pronto, la pequeña niña se habia convertido en una mujercita, con responsabilidades y reglas sociales, cuando, de repente, caminando sin destino alguno, apareció ante sus ojos ese viejo columpio, y al verlo, la pequeña niña, lo entendió todo, no era ella la que carecia de valentia, ni la falta de ilusión, era el mundo, la sociedad, la que desde bien temprano habia empezado a mermar su capacidad creativa, su imaginación.

Pero ya no era esa niña, y de pie frente al columpió decidió que solo ella marcaría sus límites, pues nunca era tarde para andar lo atrasado.
Y allí, en ese parque en el que todavía se respiraba la risa de los niños pero que ahora estaba desierto, encontró el valor que habia estado perdido durante tanto tiempo, y subida en el columpio cogió fuerza como nunca antes lo habia hecho, notando mientras subia, como de nuevo aparecia la ilusión de antaño, pero diferente esta vez, pues al llegar a lo más alto, al quedarse suspendida rozando el sol con los pies, entendió que era el momento, el momento de saltar, de volar,de imaginar...

1 comentario:

  1. Yo me dejé un par de veces las rodillas en el suelo... ; ) Me alegra verte escribir. Bonito texto, me gustan las metáforas literarias.

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