"El Mundo está en las manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y correr el riesgo de vivir sus sueños" Paulo Cohelo.


martes, 5 de enero de 2010

Miluji tě

Estas navidades me siento diferente, y no porque haya tenido más o menos regalos, o porque me haya tocado la lotería, sino porque siento que he evolucionado como persona.

Me noto diferente, y eso se nota a mí alrededor, no quiero decir con esto que sea la persona más feliz del mundo, pues estas navidades han sido unas de las más difíciles y dolorosas. Lo que intento decir, sin saber muy bien que palabras usar, es que me siento más realizada, y parte de la culpa, la tiene la gente que me rodea.

Son tantas las cosas que me han hecho cambiar en pocos días…y tantos los aspectos de mi que siento diferentes…

Por una parte, ha estado ese ingrediente amargo, el tener enfermo y triste a un ser querido nunca es fácil, y menos en estas fechas. Recuerdo como la semana pasada fue realmente mala, y es que, mi exceso de empatía y sensibilidad me hacen casi vulnerable ante estas situaciones. Te sientes tan impotente cuando no puedes mejorar la vida de aquellas personas que amas, que las ganas de salir corriendo se apoderan de ti, pero tu amor por ellos es demasiado fuerte y tu instinto de superación te ayuda a afrontarlo.

Claro…que también ayuda la gente que te rodea, y parte de esa gente es la que hoy me ha inspirado a escribir:

Desde esa amiga a kms de distancia, que sabes que, con unas pocas palabras será capaz de animarte, pues comparte tu empatía y tu forma de pensar; a unas risas con una llamada inesperada; o la familia, hasta llegar a los amigos de toda la vida que sabes que nunca te fallarán.

Y sobre una de esas amigas quería hablar, pues siento, sin saber muy bien cómo, que está ahora más cerca que nunca, aun habiéndose pasado los últimos meses a unos cuantos países de distancia…

Siempre he sabido que era una amiga digna de tal nombre, pero por razones que se les escapan incluso al mejor antropólogo, no me había sentido tan unida a ella como en estos días. Siempre había sentido dentro de mi alguna contradicción que hacía que no me sintiera, en ciertos momentos, tan a gusto con ella como con otra gente, pero esos momentos, de repente, han desaparecido.

Puede que hayan ayudados sus gestos cariñosos, o que,algo en ella haya cambiado, quizás el viaje le ha hecho…..más que madurar…complementarse un poco más. Aunque también estoy segura, que la que ha madurado he sido yo, mis prontos desaparecen con el tiempo, y ese carácter, que me caracteriza, que me personaliza y que tan poca gente entiende, se va controlando.

Sea por la razón que sea, me alegro que haya pasado, no sé si será recíproco, pues solo puedo hablar por mí misma, pero me siento afortunada. Afortunada de toda la gente que hay en mi vida, afortunada de todo lo que me aportan, afortunada, amiga, de tener el privilegio de que estés en mi vida. Porque ahora se, Marina, que una carrera por el aeropuerto merece la pena más de lo que te puedas imaginar.

Miluji tě

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