Ave fénix!!

Hoy me siento con fuerzas.
De repente la angustia que estas semanas me asfixiaba, y no me dejaba descansar ha desaparecido. Parece que basta con una sola nota para ver las cosas con más claridad. Y es que hoy me he enterado que he aprovado "territorio". No es de las más difíciles, no mucho menos, auque si que tiene su complicación, pero ha bastado con quitarme un peso pluma de encima para darme cuenta que puedo con el más difícil de los pesos pesados.

Hoy también me he dado cuenta que el baremo del curso se va acercando a las espectativas marcadas. Aún quedan un par de meses de esfuerzo y constancia para cerrar el ejercicio, pero se que puedo conseguirlo, Después de haber caido en aquel gran agüjero negro empiezo a ver en mi ese ave fénix que resurge de las cenizas. Vuelvo a notar esa confianza que me hace ser capaz de conseguir cualquier cosa.

Demostraré a aquellas personas que en algun momento dudaron de mi que basta con confiar en uno mismo para alcanzar nuestras metas.

Es hora de seguir peleando, hay que acabar este maraton.

Reflexiones en el rio

¿Será hoy un día para olvidar?

Hoy es el típico día en el que me pregunto porque elegí este determinado camino, ¿porqué no tomé la salida de la izquierda en la última intersección? ¿Por qué no lo hice si veía ese muro macizo a tan solo un par de años? Ese muro que hoy día parece tan difícil de franquear. Lo intento todo, saltarlo, hacer un túnel o driblarlo, pero me doy cuenta de que de nada sirve evitarlo. Ese muro no me va a dejar pasar mientras no me enfrente a él.

Toca luchar y golpearlo cada vez más fuerte hasta echarlo abajo. Se que no durará mucho, no puedo dejar de insistir. Solo tengo que cerrar los ojos e imaginarme a manos de un equipo de demolición, ese equipo de demolición que son las horas de esfuerzo, trabajo y estudio. Con esto derribaré el muro.

Por eso no sirve de nada avergonzarse de los intentos fallidos. Porque lo que no te mata te hace más fuerte. Hay que fijarse en los errores y aprender de ellos.

Definitivamente, hoy no es un día para olvidar.

No dejéis que eso ocurra

Hay épocas de la vida, en las que te das cuenta que te da igual si el tiempo pasa o te quedas de por vida en ese estado catatónico en el que no disfrutas, no aprendes, no anhelas, no vives…

Pero luego, luego esta eso otra parte en la que no puedes controlar tus impulsos, y sientes que tu corazón quiere salir, correr, experimentar, vivir, pero no sabes como centrarlo. Porque no te hace caso, necesita sentir todas las emociones, y lo necesita ya, no sabes muy bien como se ha despertado, pero te lo encuentras ahí, esperando sin querer esperar, empujando sin poderlo parar.

Pero el tiempo lleva su propio ritmo y en tu vida las cosas suceden una detrás de otra. Tú lo sabes y aceptas ese ritmo, sabes que para hacer lo que te apetece primero ha de pasar este mes de agobios, has de esperar pacientemente, debes cumplir con tus obligaciones. Pero a la vez… quién pudiera correr, saltar y mojarse los pies en el mar, quién pudiera dejar de anhelar todo por lo que tu corazón te empuja.

Quiero correr pero a la vez tengo miedo de que esta sensación se desvanezca demasiado pronto.

No dejéis que eso ocurra.

Cada dia es una aventura, y cada palabra una oportunidad de ser feliz

“Dicen que la felicidad es efímera, yo creo que es eterna al lado de los amigos de verdad”

Aunque parezca raro, fue hace muchos años, en los Simpsons, donde aprendí el significado de “utopía”.
Al igual que no hay paz sin guerra, ni noche sin día, tampoco puede haber felicidad sin tristeza.
Supongo que cuando todo en esta vida te golpea, no vemos como el sol sale por el horizonte. Solo cabe esperar, y capear el temporal, tener fe de que en esta vida algo de felicidad te tocará a ti.
Y un día, sin esperarlo, un día que para nada atisbaba semejante situación, salvo por los meros trámites de tal día señalado, ese día, despierta en ti esa sensación, una mucho más fuerte de la que esperabas, sensación que no sabes como ha llegado ahí, pues, además, la época no ayuda.
Pero ahí esta, esa sensación de felicidad, producida, quien sabe, por la mínima sonrisa, o el más sencillo abrazo, o por aquellas llamadas inesperadas que rompen fronteras.
Y te das cuenta, que el temporal fue necesario para apreciar esta euforia, y quieres retener esa sensación, parar el tiempo y agradecer su existencia a toda esa gente que hace de tu vida algo tan especial.
Quieres parar el tiempo, y retenerlo, congelarlo para no cometer ningún error, pero no puedes, y el tiempo pasa, y toca arriesgarse, salir al mundo y pelear por lo que deseas. Luchar y disfrutar de esos amigos, sin los que tu vida no tendría sentido, de esa gente especial que es capaz de hacerte sonreís con la más grande de las borderías.

Una vida plena, que a veces nos cuesta apreciar. Gracias por recordarme que es la felicidad.

Cada dia es una aventura, y cada palabra una oportunidad de ser feliz.